Casos para conocer: "Crece el teletrabajo como salida laboral para los mendocinos"

domingo, 19 de agosto de 2007

Según un informe, en cuatro años se duplicó el número de personas en Argentina que trabajan a distancia. La mayoría son profesionales y están en relación de dependencia.

Hace unos años Cristina, una periodista mendocina que estaba viviendo en España, comenzó a enviar sus materiales editados a Encarta, la enciclopedioa multimedia de Microsoft. El trabajo íntegramente lo realizaba on line, esto es desde el encargo de los trabajos hasta el pago de sus servicios se realizaban vía internet. Su experiencia como teletrabajadora comenzó a expandirse y colaboró en la edición de contenidos de la página web de Univisión una empresa líder en contenidos en español con sede en Estados Unidos y también para la editorial Alfaguara, de España. Y todo desde la computadora de su casa.

Cristina ha sido y es lo que se conoce como una teletrabajadora, o responde al perfil de empleada que trabaja en relación de dependencia o como independiente, para terceros, a distancia mediante el uso de herramientas de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TICs). 

Esta modalidad de trabajo viene en franco crecimiento en el país. En los últimos cuatro años prácticamente se duplicó la cantidad de teletrabajadores. Según relevamientos de la consultora Enrique Carrier & Asociados realizados entre 700 personas -dos veces por año- en 2003 en el país había unos 320 mil teletrabajadores. Pero hacia 2006 suman casi el doble: 620.000 personas. 

El estudio de Carrier sólo incluye a los teletrabajadores que, haciéndolo total o parcialmente en forma independiente, también habilitaron un espacio laboral en su domicilio, en la casa de la novia o en lo de la suegra. Quienes desde allí resuelven la tarea que le encargaron una o varias compañías. O los centros de investigación social o científica.

Trabajadores de la Red

La razón que explica el crecimiento del teletrabajo es la escasa oferta de oportunidades laborales para los profesionales mayores de 35 años.

“La principal causa del crecimiento del teletrabajo es la falta de oportunidades para dos franjas etarias: los profesionales mayores de 35 años y los jóvenes sin experiencia laboral”, puntualizó la especialista en teletrabajo Sonia Boiarov. También colabora en el auge del teletrabajo los bajos costos de conectividad a internet y la facilidad de estar on line ya sea desde una casa, una oficina o de un ciber café. 

Según el estudio “Exportación de teleservicios para la inclusión socio-laboral de América Latina y el Caribe” (ETIS-LAC) del que participaron 4 países, Argentina , Brasil, Colombia y Costa Rica y que fue financiada por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) del parlamento de Canadá, Mendoza ocupa el quinto lugar de teletrabajadores en porcentajes a nivel nacional (ver infografía). 

En nuestra provincia, según el estudio financiado por el gobierno canadiense, el perfil de los teletrabajadores es que poseen un nivel de educación superior, esto es la mayoría cuenta con un nivel universitario completo y estudios de posgrado y poseen entre 2 a 4 años de experiencia profesional.

Los servicios que ofrecen comprenden desde consultoría en administración, márketing y recursos humanos, pasando por desarrollo de software, diseño gráfico, capacitación, investigaciones y asesoramiento legal comercio exterior, traducciones servicios de arquitectura, y servicio de páginas web.

Argentina es el país donde la mayoría de los teletrabajadores mendocinos ofrecen sus servicios, y es la relación de dependencia la que predomina en buena parte de los casos seguido de trabajadores autónomos. (ver recuadro)

Parte de los teletrabajadores facturan como monotributistas. Aunque también predomina el llamado trabajo “en negro” puesto que en muchos casos los honorarios de muchos teletrabajadores varían de mes a mes y sólo lo reciben cuando cumplen con algún trabajo puntual. 

En el caso de los teletrabajadores que realizan sus trabajos para empresas y organizaciones del exterior, ellos reciben sus honorarios en euros o dólares lo que convierte a esta modalidad de trabajo mucho más atractiva y ventajosa no sólo para el teletrabajador sino también para las empresas y organizaciones extranjeras que así pagan un salario menor al que deberían desembolsar si contrataran a un profesional europeo o americano. Sin duda éstas dos causas -ventajosas para los empleadores- son las que quizás expliquen, que en el futuro avance aún más esta nueva modalidad de empleo.